Con más de 140 años de herencia en el Valle de Napa y varias generaciones de enólogos, la familia Sinegal pudo fusionar sus ambiciones y el amor al viñedo, dando como resultado un reconocimiento de clase mundial.
La variedad de sus 4 vinos, cultivados completamente en su finca, les ha otorgado una responsabilidad en la elaboración para que cada vino tenga un perfil único y no encontrado en ningún otro lugar. Los años no los distinguen, sino la calidad que ofrecen.